A menudo, en el camino vocacional, podemos caer en la tentación de tomar con ligereza o posponer decisiones importantes; he aquí una bonita anécdota que oímos una vez en la comunidad
Así dice Fray José:
"La corte de los demonios se reúne para ridiculizar a todas las personas que han sido llamadas por Jesús. Se reúnen y dicen: "¡Este Jesús está llamando a mucha gente! Dice 'Sígueme' y muchos le siguen rápidamente, así que tenemos que juntarnos para burlarnos de ellos, tenemos que robarle almas a Jesús. Las ideas... ¡Vamos!"
Llega un diablo y dice: "Tengo una idea: por ejemplo, para alguien que le llama, digámosle: '¡pero no, el Señor no existe! Sale el maestro del diablo: 'Pero no, si tomas a alguien como San Pablo, que fue llamado, llegó allí con inteligencia ... recuerdas el pasaje a los Romanos que dice: que a través de las cosas creadas con inteligencia se puede llegar a conocer a Dios... no, manda a ese diablo fuera, mándalo fuera ...
¡Rechazado! ¿Quién tiene una idea más coherente?", replicó otro. "¡Yo la tengo!... ¡Digámosle que es un mal hombre o una mala mujer, que Dios no los perdona!". "Hermano", dice el diablo maestro, "¿no has visto el ejemplo de San Pedro en el Evangelio, San Pedro negó al Señor tres veces y luego se arrepintió de todo corazón y el Señor le perdonó, porque se arrepintió, tú también eres un diablo, cero en toda regla, ¡fuera!". Piensa en algo aún más ingenioso, ¡piensa en eso!" (Para hacer perder el tiempo a estas almas)
"Yo, ya sé... pongamos a los parientes unos contra otros, en realidad a todos los parientes, padres, madres, etc." y el Maestro demonio replicó: "¿Pero no sabes que fue San Francisco de Asís, que en un momento dado su padre se volvió contra él?". Y dijo: ¿Quién es mi padre, ¿quién es mi madre? Es decir, "no mi padre Bernardone, sino mi Padre que está en los cielos" entonces tuvo la fuerza... de negar al padre y a la madre terrenales para afirmar al Padre y a la madre celestiales... Pero también eres cero, hijo mío, ¡fuera, fuera, fuera!".
En un momento dado, el diablo casi se desespera, porque no sabía cómo hacer que las almas perdieran el tiempo, entonces apareció el diablo más fino "Yo tengo la solución" dice el diablo más fino, es decir, el que tiene los cuernos más afilados y puntiagudos, el tenedor de tres puntas, la cola perfecta hacia atrás "¡Yo conozco la solución! " luego le murmuramos al oído cuando Jesús le dice "sígueme, sígueme", ¡le decimos "espera, hay tiempo, hay tiempo"!
Y así añade Fray Volantino: '¡con esta historia tiene tiempo, tiene tiempo que las almas pueden comprender que este es el demonio más sutil y más traicionero que quiere engañar a las almas! ¿Por qué? Porque ¿quién es aquella a quien Dios ha destinado para aplastar la cabeza, los cuernos y la horca del diablo, sino esa mujer que ya ha retratado y simbolizado María? Aquí es donde María aplasta la cabeza del diablo, porque inmediatamente después del anuncio, dice el texto evangélico, ella se apresura a la montaña, para ayudar así a su prójimo, para que pueda dar a luz al Bautista, que es la figura de aquel que debe anunciar no sólo al salvador, sino la salvación a costa de su propia vida, por eso María es valiente y también se apresura, por eso quiere decir que si nosotros también nos apresuramos estamos con María y aplastamos la cabeza del diablo, si somos lentos, no estamos con María y, por tanto, ¡estamos con el diablo!
Así que debemos tener cuidado... porque, aunque uno tenga la gracia de ponerse al día, las sorpresas también pueden ocurrir de repente, así que pidamos al Señor la gracia de caminar rápido y veloz como María... ¡cuanto más caminemos rápido a imagen de María, más bellos y hermosos seremos en el Paraíso! ¡Y somos más bellos en la medida en que se salvan más almas! Cuanto más rápido hagamos la voluntad de Dios, menos almas irán al infierno. Amén".
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