Con los años me he dado cuenta de que soy valiente. Pero no fue un camino fácil y todavía no lo es. Pero, ¿de qué aspecto estoy hablando aquí del coraje? La toma de riesgos y la inseguridad... El primer paso que tuve que dar para salir de este pensamiento es que soy más insegura que temerosa, y aun con mis debilidades, siempre he sabido dar pasos. Creo que ese es el secreto, de esta manera, en esta mezcla de miedo e inseguridad, logro dar pasos.
Tener coraje no es ganar todas las batallas, sino tomar riesgos y tener en cuenta que si te caes, siempre debes volver a levantarte. Así es como vivo mi vida. Ya tuve una experiencia en una comunidad religiosa, tuve que dejar la casa de mis padres por algo nuevo y hasta desconocido. Después de unos años regresé a la familia por algo nuevo, porque el mundo había cambiado, no era el mismo de hace tres años.
Durante esos años no podía rezar bien el rosario en voz alta, porque me consumía la inseguridad, ni leer las lecturas de la misa y el oficio divino.¿de la inseguridad?
Pero después, cuando terminó, estaba súper feliz... No siempre fue una y mil maravillas... y todavía no lo es... porque para mí sigue siendo una lucha constante. Cuando cometo un error y muchas veces me condeno por mi error, siempre medito que Dios quiere abrirme un camino allí, que debo ser humilde y sin Él no soy nada, y no soy autosuficiente.
De esta manera cada día estoy invitado a salir de mi complacencia e ir con miedo, porque ir con miedo sin estancarme es tener en mi mente y en mi corazón la certeza de que Dios está conmigo y que me va a empoderar porque toda mi vida es un aprendizaje. Pues si no me arriesgo, ¿cómo voy a salvar, en Cristo, a innumerables almas que necesitan salvación y también para mi santificación?
"Si no arriesgas algo por Dios, nada grande sucederá" (San Luis de Montfort)
Fabiana Oliveira - Aspirante PSGM
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