En este tiempo de Adviento, estamos invitados a velar en espera de la Venida del Señor. Pero, ¿cómo debemos prepararnos para estar realmente listos para tal evento?Aquí tienes una luminosa meditación de Padre Volantino al respecto:
"Señor, concédenos cada día la gracia de: “levantarnos, velar y orar”, para obtener sobre todo esa luz que nos hace comprender cuál es tu Voluntad, y también esa fuerza para poder practicarla, porque en esto radica nuestra alegría, ya que está escrito: “En tu voluntad está mi alegría” (Cf. Sal [118], 16)."
Entonces Señor - si queremos escapar de la angustia y la tristeza eterna - haz que abracemos de verdadero corazón tu Voluntad, así, además de demostrarte que te amamos (con hechos y en la verdad), seremos felices y gozosos ahora y siempre, ya que está escrito: "La felicidad y la gracia serán mis compañeras todos los días de mi vida" (cf. Sal [22], 6).
Sí, Señor, es tal como nos enseñas y como nos explica el Apóstol, es decir: "Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús" (Fil 4, 4-7).
Así que, Señor, si queremos escapar de la angustia y la inmensa tristeza eterna, haz que
abracemos de corazón tu voluntad, diciendo repetidamente "¡Sí! ¡Hágase tu voluntad!" conhechos y en la verdad. ¡Amén!
Fray Volantino, Slc, p. 257
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