¿Seríamos capaces de dejarlo todo durante 6 meses sólo para entender la Voluntad de Dios? Una pregunta que nos pone ante nuestra sinceridad y disponibilidad ante el plan del Señor en nuestra vida. A menudo corremos el riesgo de querer todo desde el principio, todas las señales, todas las certezas. Pero no es así, ¡hay que ser prudente pero también arriesgar!
En una de las meditaciones de nuestro Fundador sobre la Anunciación, señala que María al sexto mes recibió un anuncio, aclaró sus dudas con el ángel y se puso totalmente a disposición del plan de Dios. Inmediatamente después, emprendió su viaje. Siempre hablando del 6º mes, la Virgen en Fátima dijo a los pastorcillos: "Venid aquí durante 6 meses consecutivos y os diré lo que quiero de vosotros".
Comparto con ustedes uno de los primeros pasos de nuestro fundador cuando todavía estaba discerniendo entre la vida matrimonial y la vida religiosa. Tras su conversión del ateísmo a la fe, empezó a preguntarse cuál era su vocación. Después de rezar insistentemente, se dio cuenta de que siempre aparecía una fecha en un lado o en otro: "13 de mayo". En ese momento no entendió lo que significaba, hasta que, tras una oración, recordó que la aparición de Fátima había tenido lugar el 13 de mayo. Inmediatamente fue a averiguar qué mensaje había dado la Virgen ese día, ¡quizás era una respuesta a su oración! Y qué sorpresa cuando leyó: "Ven aquí durante 6 meses consecutivos y te diré lo que quiero de ti", ya que su oración era: "Señor, ¿qué quieres de mí?". Consideró esta serie de "casualidades" como "incidencias de Dios", lo dejó todo en Italia y partió a pie y en autostop hacia Portugal, donde realmente recibió la respuesta a su oración y encontró su vocación meses después.
La pregunta que me hice en mi discernimiento, se la dejo también a cada uno de ustedes... ¿estarían dispuestos a dejar todo por 6 meses sólo para entender su vocación?
Hna. CMC
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