Encontrar y recibir un nombre religioso es un proceso muy emocionante, aunque es diferente para cada comunidad religiosa. Tal vez hayas notado que en la Biblia, Dios a menudo cambia los nombres de las personas para indicar específicamente su misión: cómo cuando Jesús cambia el nombre de Simón a Pedro (Cf. Mt 16,17-18), o cuando Dios cambia el nombre de Abram a Abraham (Cf. Gn 17,5).
En cuanto a mí, en mi ignorancia y emoción comencé a buscar y a hacer una lista de posibles nombres incluso antes de entrar en la comunidad. Pero Dios con su sentido del humor me dio un nombre completamente diferente. Me hizo conocer por primera vez mi tercer nombre religioso, "Corderita", durante mi visita de discernimiento en diciembre de 2015. La hermana superior, al darse cuenta de lo que parecía lana de oveja en el cuello de mi suéter, comenzó a llamarme "Little Lamb" (que en español se traduce: Corderita) durante mi visita. El nombre se hizo tan natural y apropiado para mí que, después de entrar en la comunidad y llegar al punto en que podía discernir seriamente y orar por un nombre religioso, sabía con seguridad que tenía que ser de alguna manera Corderita.
Una noche, las hermanas y yo vimos una película sobre los 3 pastores de Fátima. Todo el tiempo a lo largo de la película, ¡mi corazón se había sorprendido por cómo podía relacionar mi personalidad con la de la pequeña Jacinta! ¡Mi corazón se inflamó de emoción cuando noté a Jacinta que sostenía un corderito en la escena donde la Virgen apareció por primera vez! Al día siguiente he hablado sobre esta "coincidencia" con mi guía espiritual, quien finalmente me sugirió el nombre de hermana Jacinta María Corderita. Tomé su sugerencia en serio y encontré una alegría indescriptible y ¡continúa (cf. Sal [118], 16)! El 23 de julio de 2017, entrando al noviciado, recibí este nombre religioso.
Hna. J.M.LL.
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