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¿Cómo concebir la vocación?

Actualizado: 25 jul


Muchas veces se tiene miedo por descubrir lo que el Señor quiere de nosotros, y sucede que, de un lado está la tentación de cerrarnos a lo que el Señor nos pueda pedir, pero, al mismo tiempo se tienen esa inquietud de saber, pero el miedo al descubrir nos bloca.

Un día hablando con una chica me decía que tenía esa inquietud por descubrir lo que Dios quería de ella pero que no había pensado en la posibilidad que el Señor la pudiera llamar a vida consagrada, entonces me vino a la mente (después de haber hecho una oración) de hacerle el ejemplo de una mujer que concibe un bebe, el ejemplo era más o menos así.


Pues bien, cuando una mujer quiere quedarse en embarazada, primero decide que quiere tener un hijo y en esta decisión considera que, aunque si ella quisiera que sea niña está también la posibilidad que sea niño (o viceversa), entonces ella está consciente de esto; después trabaja para poder embarazarse, y una vez que concibe aún no sabe si es niño o niña, pero ya tiene presente las dos posibilidades, debe esperar algunos meses para poder descubrirlo y al final dar a la luz.

Pues bien tenemos el ejemplo de la Virgen María, la escritura dice así:


«Envío Dios al ángel Gabriel... a una Virgen de nombre María... el ángel le dijo: vas a concebir en el seno» (cf. Lc 1,26.27.31).


Entonces el ángel se presenta a María que es Virgen, que es pura, pues como una vez escuché en comunidad para concebir la llamada es importante también esa pureza, y ¿cómo saber si tenemos puro el corazón?


Mi padre espiritual (Fray Volantino) con una llave de lectura explica:

«Dichosos los puros de corazón porque verán a Dios» (cf. Mt 5,8)

«Los rectos verán el rostro del Señor» (cf. Sal 11,7)


Entonces los puros de corazón son las personas rectas, sinceras en querer comprender la voluntad de Dios. Pues bien, cuando se tiene esa pureza, es decir esa rectitud y sincera intención en descubrir la voluntad Dios podemos iniciar a concebir la vocación.


Pues bien, una vez que se quiere realmente descubrir la voluntad de Dios, debemos considerar que puede ser vida religiosa o vida matrimonial, una vez que concebimos esas posibilidades en nuestra mente, entonces se inicia a trabajar en la búsqueda continua, hasta descubrir lo que Dios quiere para nosotros. Y es normal que todo este proceso es un poco “difícil”, doloroso a veces, pues como dice la escritura, “Cuando una mujer va a dar a luz, está triste, porque le llega su hora. Pero, cuando ha dado a luz a la criatura no se acuerda de la angustia, por la alegría que siente de haber traído un hombre al mundo”. (Jn 16,21)


Entonces jóvenes, lo que les puede motivar siempre más a descubrir lo que Dios quiere de ustedes, es precisamente el saber del porqué estamos en este mundo, que no han nacido por casualidad, que hay un proyecto por el cual han sido creados, pero está en ustedes descubrirlo, pues bien, esa alegría que nos da el saber y tener la certeza de lo que Dios quiere de ustedes, ya que está escrito «en tu voluntad esta mi alegría» (cf. Sal [118],16), y aunque porque si queremos entrar en el reino de los cielos, en el paraíso, debemos hacer la Voluntad de Dios, ya que así dice Jesús, “No todo el que me diga Señor, Señor entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mt 7,21).


Hna. SMA



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